El lunes pasado, en sesión extraordinaria, se aprobó la Fiscal impositiva que regirá para lo que queda de 2017 de forma oficial, ya que el ejecutivo local había aumentado de hecho un 30% las diversas tasas municipales, pero el legislativo aprobó una suba máxima del 25%.
En la sesión, hubo solo dos voces en contra de los aumentos: el concejal Andrés Lorusso y el mayor contribuyente Ariel Gómez. Según compartieron en redes digitales, sus puntos en contra del aumento radicó en el contexto económico general, en que el aumento que se le dio a los municipales fue del 18% y lo aprobado supera ese monto, y, entre otras cuestiones, porque sostienen que no hay una proporcionalidad entre lo que pagan las zonas más urbanizadas y las que no.
El resto de los concejales y de los contribuyentes convocados, es decir, de Cambiemos, del Frente para la victoria, del Frente Renovador y del Frente progresista, convalidaron el texto de la nueva fiscal, que había sufrido algunas modificaciones previas. Por caso, una tasa que se cobra de gestión de los residuos urbanos, bajó de 42 a 10 pesos.
Sin embargo, el ejecutivo aún no aclaró si devolverá lo ya cobrado con aumento. Las tasas emitidas hasta la fecha tenían un aumento del 30%. Pero, si el Deliberante solo autorizó un aumento del 25%, debería articularse la forma de devolverle a los vecinos que ya pagaron ese importe excedente. Una de las alternativas es que las próximas boletas vengan con una nota de crédito, es decir, que venga el proporcional descontado de las obligaciones del periodo facturado, como ocurrió con las boletas de luz y de gas de las empresas Edesur y Metrogas, cuando cobraron facturas con un aumento mayor al que luego se estableció en audiencia pública. Otra de las chances es que el ejecutivo vete la norma aprobada, lo que es poco probable, ya que el texto final de la fiscal fue consensuado.
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