El caso de la mujer que fue rescatada de la explotación sexual que venia sufriendo desde hacia 14 años y actualmente es querellante en la causa contra sus propios captores.
Alika Kinàn fue victima de trata y explotación sexual en la ciudad de Tierra del Fuego en un local nocturno llamado Sheik, del cual fue rescatada el 9 de octubre de 2012 junto a otras 7 victimas, a raíz de la irrupción de Gendarmería en el lugar. El dueño del local, Pedro Montoya, junto a su esposa y una mujer que oficiaba de socia de la pareja fueron condenados a penas de entre 3 y 7 años por el delito, que si bien se esperaba que la justicia sea más dura con las penas, al menos el caso sienta un precedente único en nuestro país.
Pero no solamente la condena se ejecutará sobre las personas responsables del hecho concreto de explotación sexual sino que también el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tierra del Fuego ejecuta sobre el municipio, por ser cómplice y prostituyente al facilitar el funcionamiento del local, por gestionar normativas que garantizaban el proxenetismo (y la consecuente trata), y de éste modo cubrir de un manto de legalidad para el sometimiento de las mujeres, generando de éste modo también cuantiosas sumas de dinero, emitir ordenanzas que no cumplen con las leyes que obligan a clausurar prostíbulos y no cumplir con la ley que adhiere al Protocolo de Palermo (ver apartado), y además, exigir a las víctimas la libreta sanitaria. El municipio, en la causa civil también es enjuiciado y condenado, el mismo deberá resarcir económicamente a la víctima con la suma de $ 780.000.
Lo histórico del juicio es doble, por un lado el hecho de que la víctima pueda ser querellante en su propia causa y por otro lado, la inclusión del Estado, condenando por su responsabilidad en los hechos.
El juicio duró varios años ya que se esgrimían argumentos que pretendían invalidar la condición de explotación, aduciendo que Alika sería una prostituta voluntaria, ya que de los 14 años que estuvo en esas condiciones una cantidad de años lo hizo siendo mayor de edad, pero gracias a un apartado que mejora nuestra ley que adhiere al Protocolo (ver apartado), y en la mejora de la ley, el hecho de haber pasado la mayoría de edad y no haber encierro físico, no minimiza la condición, con el solo hecho de que un tercero explota a la persona ya es suficiente para que sea delito.
Hay que tener en cuenta que las mujeres que son víctimas de éstas situaciones sufren violaciones constantemente, muchas veces les administran estupefacientes y manipulan psicológicamente su persona de tal manera que con el tiempo no hace falta encierro físico para que continúen siendo explotadas, las alimentan de una falsa moral que les hacen creer que ellas están allí porque quieren y las engañan con que tienen un sueldo y les dan vivienda, por ese motivo es que muchas veces es difícil el rescate.
Protocolo de Plermo
El mismo se celebra en esa ciudad italiana, en el año 2001 y tiene como objetivo la lucha contra la explotación en el mundo. Nuestro país adhiere al mismo mediante una ley en el año 2008, y recién en 2012 se mejora la ley, quitando la condición de encierro físico y mayoría de edad para ser considerada condición de explotación. En éste sentido en nuestro país la ley tiene un mejor posicionamiento con respecto a otros países del mundo, motivo por el cual muchas de las mujeres secuestradas para explotación sexual son llevadas a otros países.
Nuestro código civil que es bastante obsoleto, data de 1937 (pensemos que los paradigmas del crimen organizado han cambiado radicalmente en el transcurso de todos éstos años, 80 para ser más exactos), en el mismo existe la prohibición de prostíbulos, y en todos estos años jamás se clausuró ni uno solo. Es por éste motivo que los mismos tienen nombres tan diversos, como “wiskería”, “local nocturno”, etc.
También es necesario destacar que la trata de personas está entre los 3 delitos más millonarios, junto con el narcotráfico y la venta de armas, y que muchas veces son delitos interrelacionados.
Si tenés sospecha de algún lugar o alguna situación que creas que se vincule a la explotación sexual, no dudes en llamar de forma gratuita y anónima al 145.
Anastasia Florian
[De nuestra edición impresa]
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